miércoles, 17 de diciembre de 2008

Un mundo de seis puntos

En alguna entrada hemos mencionado el Braille, pero ¿qué es eso? Vamos a ver si te lo podemos explicar.

El Braille es el sistema táctil de lecto-escritura que las personas ciegas utilizamos… pues eso, para leer y escribir. Tiene su origen en el año 1825, cuando un profesor francés cuyo bicentenario de su nacimiento celebraremos el próximo 4 de Enero de 2009, Louis Braille, mejorando una idea planteada por un militar para poder comunicarse con sus compañeros sin ser descubiertos, reinventó este sistema en uno de ocho puntos, y posteriormente, en el de seis puntos que ahora conocemos. Estos seis puntos se organizan en una celdilla de dos por tres, de tal forma que posee dos columnas de tres puntos cada una, e igualmente tres filas de dos puntos. Para que lo entiendas, como si fuese una pieza de dominó. Los puntos se numeran de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha
La presencia o ausencia de puntos define cada letra, signo, nota musical o número, pudiendo formarse sesenta y cuatro combinaciones diferentes. Pero no son suficientes, por lo que en algunas lenguas (ten en cuenta que el Braille no es un idioma, si no un alfabeto) se han de utilizar otros símbolos que, antepuestos a cierta combinación de puntos, permiten dar distintos valores a un mismo signo. Por ejemplo, en castellano, podemos anteponer cierta combinación de puntos que indica que la letra que le precede es mayúscula.
Podemos escribir en Braille de varias maneras. Una de las más antiguas es utilizando una plancha y un punzón, de forma que repoduzcamos los puntos por el dorso de la página e inversamente (como si fuese una imagen de un espejo). También podemos hacerlo mediante un aparato llamado Perkins, que es bastante pesado y voluminoso, por lo que resulta dificultoso transladarlo de un lugar a otro. Los descubrimientos más recientes hallados para este hecho han sido la invención de impresoras Braille, muy semejantes a las impresoras normales, pero desprovistas de tinta y con pequeños elementos punzantes que perforan el papel para que los puntos queden en relieve.
El método de lectura es muy sencillo: basta con deslizar suavemente las yemas de los dedos sobre el papel en relieve y ser capaz de comprender el significado de las diferentes combinaciones de los puntos. También algunas personas con resto visual o videntes afirman que es posible la lectura del Braille con la vista.

Con el auge de las nuevas tecnologías, el Braille está siendo paulatinamente relegado al olvido. Las personas invidentes mostramos preferencia por las síntesis de voz que están comenzando a suplir a los seis puntos y van ampliando nuestro espectro de posibilidades para acceder a la misma información que nuestros compañeros sin dificultades visuales. Dichas síntesis, tras su previa instalación en ciertos aparatos electrónicos tales como móviles u ordenadores, nos permiten escuchar la información que va apareciendo en la pantalla. Esta información, por supuesto, no es del todo completa, pero las síntesis de voz la verbalizan con bastante rigurosidad a la original.
A pesar de todo ello, nunca el fabuloso sistema Braille será encerrado en una estancia y dejado allí olvidado y cubierto de polvo. Una herramienta muy útil acoplada a un ordenador es la denominada línea Braille. Este aparato permite que, mediante la elevación sucesiva de puntos en una superficie plana y agujereada para tal fin, se representen los distintos caracteres Braille. Esto puede resultar beneficioso a la hora de la lectura de información en otro idioma, pues las síntesis de voz a veces presentan problemas para verbalizar palabras en otras lenguas distintas a las que han sido programadas.

En conclusión, gracias al sistema Braille, hoy en día las personas ciegas tenemos abierto un camino que nuestros antepasados anteriores al siglo XIX tenían desgraciadamente vedado. El Braille ha supuesto un gran cambio en nuestras vidas, en nuestro acceso a la sociedad, y, sobre todo, en la forma en que nos vemos ahora integrados dentro del conjunto de videntes que nos rodean.

Si tienes alguna duda, quieres preguntarnos algo o comentar lo que desees, ya sabes, ¡no tengas miedo ni vergüenza y deja un comentario!.

1 comentario:

Etyma dijo...

Me ha parecido muy interesante el artículo. Y está muy bien redactado. Me los he leído todos. Bea, ya he visitado tu blog, y me encanta.