Gracias a Internet, y a amigos que nos han informado sobre ellos, hemos podido ver algunos vídeos que nos parecen interesantes, y que por ello hemos decidido mostraros en esta entrada. Se trata de tres vídeos relacionados con la ceguera, pero con una temática diferente.
En una de esas tardes en las que te reúnes con los amigos para estudiar o hacer algún trabajo de clase, y que luego resulta que, a las dos horas de haber empezado, después de unas cuantas interrupciones en las que las conversaciones se centran en cualquier tema menos el motivo por el cual os encontráis allí, todos decidís dar por finalizada la sesión, sin haber empezado el trabajo o avanzado en el estudio, encontramos un vídeo de nuestra universidad, la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE.
El vídeo, titulado
Magia en las Manos
muestra un poco el funcionamiento de la escuela: cómo son las clases, qué materiales se utilizan para el estudio, qué método emplean los profesores para explicar, etc. Hay que corregir que, aunque la reportera nos explica que todos los profesores son invidentes, no es así, la mayoría son afiliados a la ONCE sí, pero son deficientes visuales.
Por otro lado, Samanta Villar, en el programa
21 Días a Ciegas
nos descubre durante 21 días como es la vida de un ciego. En el vídeo se observa una realidad muy presente, así que lo recomiendo. Dura aproximadamente una hora, pero es muy interesante. Además aparecen escenas muy curiosas y graciosas, como por ejemplo cuando Samanta se pregunta si el pan se le ha quemado al tostarlo, cuando pasea con un hombre ciego por la calle y al chocar con otra persona él se disculpa diciendo que los dos son cegatos, ¡o cuando la TR (técnico de rehabilitación) visita a Samanta y encuentran unas bragas de ella por el suelo!
Por último, otro vídeo que nos parece interesante adjuntar en esta entrada es un documental sobre la discapacidad vivida desde tres puntos diferentes en una jornada de trabajo, o mejor dicho, capacidad, como nos indica la página Web
www.capacitados.org
donde puedes encontrarlo. Un vídeo que representa claramente cuán erróneas son las palabras “discapacidad” y “minusvalía.
¡Disfrútalos! ¡Y feliz año nuevo a todos!
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lunes, 4 de enero de 2010
miércoles, 6 de mayo de 2009
"Luchemos contra las barreras arquitectónicas"
En esta ocasión, querido lector, queremos acercarte un poco más a la situación actual de nuestras calles, la cual se compone de una serie de obstáculos y barreras arquitectónicas qe, con el fin de facilitar las necesidades de los ciudadanos y los habitantes discapacitados que precisan del uso de silla de ruedas, para incrementar la seguridad, e incluso con el objetivo de trazar una mejor estética urbana, dificultan la movilidad y el desplazamiento de un invidente.
Actualmente podemos observar un ejemplo del modelo de aceras que desde hace un tiempo se vienen construyendo en muchas de nuestras calles. Se trata de zonas coloreadas situadas al mismo nivel que la carretera, de modo que desaparecen los bordillos y cualquier posible referencia con la cual el invidente pueda distinguir entre acera y carretera valiéndose del bastón. Ésto es una gran ventaja para los ciudadanos, especialmente para todos aquellos que utilizan silla de ruedas, que se sirven simplemente de un resalte de colores para distinguirlas; pero es una total barrera para un invidente. Así, lo que para una parte de la población significa una gran ventaja, para otra es un total obstáculo; se resuelven unas necesidades, pero se entorpecen otras. Quizá la mejor solución a este problema sean las rampas que hasta ahora se habían empleado.
Aquí
y
aquí
puedes observar dos imágenes en las que se contemplan estas aceras.
En cambio, existen otros impedimentos que dificultan el desplazamiento a los invidentes, pero especialmente a los deficientes visuales. Los llamados “mataciegos”, bolardos, y semejantes, con el fin de señalizar o indicar la prohibición del paso de vehículos, se convierten en ocasiones en un obstáculo invisible debido a su localización, su tamaño, o su semejante color a lo que le rodea. Las rampas y escaleras sin variedad de color que las diferencien del resto del suelo, son de igual modo otra dificultad. Una posible solución sería el empleo del color, como en el caso de las aceras que comentábamos anteriormente, aplicado en forma de línea en el vorde del escalón, o de alguna forma por el estilo, para que se puedan diferenciar unos de otros. También las marcas en relieve serían una buena solución, aunque seguramente, menos eficaces que las primeras.
Finalmente hablaremos de las marcas que nos permiten encontrar los pasos de peatones y los semáforos. Muchos de éstos últimos están situados justo al lado de los pasos de peatones que se encuentran en las esquinas, y por tanto, no hay problema para localizarlos. Sin embargo, hay pasos para cruzar situados a lo largo de la acera, que en ocasiones están señalizados con una bajada del escalón o una diferente textura del suelo, pero que en otras no. Es, por tanto, más difícil de localizarlos.
¿Qué opinas tú?
¡Gracias a Jessy por las fotos!
Actualmente podemos observar un ejemplo del modelo de aceras que desde hace un tiempo se vienen construyendo en muchas de nuestras calles. Se trata de zonas coloreadas situadas al mismo nivel que la carretera, de modo que desaparecen los bordillos y cualquier posible referencia con la cual el invidente pueda distinguir entre acera y carretera valiéndose del bastón. Ésto es una gran ventaja para los ciudadanos, especialmente para todos aquellos que utilizan silla de ruedas, que se sirven simplemente de un resalte de colores para distinguirlas; pero es una total barrera para un invidente. Así, lo que para una parte de la población significa una gran ventaja, para otra es un total obstáculo; se resuelven unas necesidades, pero se entorpecen otras. Quizá la mejor solución a este problema sean las rampas que hasta ahora se habían empleado.
y
puedes observar dos imágenes en las que se contemplan estas aceras.
En cambio, existen otros impedimentos que dificultan el desplazamiento a los invidentes, pero especialmente a los deficientes visuales. Los llamados “mataciegos”, bolardos, y semejantes, con el fin de señalizar o indicar la prohibición del paso de vehículos, se convierten en ocasiones en un obstáculo invisible debido a su localización, su tamaño, o su semejante color a lo que le rodea. Las rampas y escaleras sin variedad de color que las diferencien del resto del suelo, son de igual modo otra dificultad. Una posible solución sería el empleo del color, como en el caso de las aceras que comentábamos anteriormente, aplicado en forma de línea en el vorde del escalón, o de alguna forma por el estilo, para que se puedan diferenciar unos de otros. También las marcas en relieve serían una buena solución, aunque seguramente, menos eficaces que las primeras.
Finalmente hablaremos de las marcas que nos permiten encontrar los pasos de peatones y los semáforos. Muchos de éstos últimos están situados justo al lado de los pasos de peatones que se encuentran en las esquinas, y por tanto, no hay problema para localizarlos. Sin embargo, hay pasos para cruzar situados a lo largo de la acera, que en ocasiones están señalizados con una bajada del escalón o una diferente textura del suelo, pero que en otras no. Es, por tanto, más difícil de localizarlos.
¿Qué opinas tú?
¡Gracias a Jessy por las fotos!
sábado, 14 de marzo de 2009
Yo tengo que conformarme con tu voz
No recordamos ahora mismo si ya hemos mencionado esto en alguna otra ocasión, pero ¿sabes que los ciegos también vamos al cine? De hecho, a la mayoría nos gusta hacerlo, en especial si vamos acompañados por una o varias personas que, además de mantener una buena relación con nosotros, nos puedan ir relatando lo que va sucediendo durante la película. Aunque no te lo parezca (te animamos a que hagas la prueba y veas una película con los ojos cerrados y sin nadie a tu lado que te la cuente), hay películas en general y escenas en concreto que es imposible comprenderlas si no las ves o, en su defecto, si no hay alguien que te las explique lo mejor que pueda y sepa, porque eso no siempre es tarea fácil.
Hay otras ocasiones, sin embargo, que o bien no nos apetece salir de casa, o simplemente queremos ver una película y no podemos contar con esa bondadosa persona que nos la describa. Pues bien, existen cintas que en apariencia son películas totalmente normales, tal y como tú las podrías encontrar, por ejemplo, en un videoclub, pero sobre el audio de los films se ha superpuesto una voz en Off (puede ser de ambos sexos) que va relatando las acciones de los personajes en la trama de la película cuando éstos no mantienen diálogos para permitir también la comprensión de los mismos. Esta herramienta proporcionada por la ONCE denominada Audesc (audiodescripción) es verdaderamente útil para las personas ciegas, pues gracias a ella podemos disfrutar y comprender el cine de una forma quizá algo diferente, pero en definitiva, muy similar a la que tú lo haces.
Por otra parte, nosotros, a diferencia de las personas que pueden ver con normalidad, no nos fijamos lógicamente en el aspecto o vestuario de los actores, sino en sus voces o en las de los dobladores que las prestan. Esto es muy importante, pues de la misma manera que tú puedes dar tu opinión o hablar sobre la cara de tal actor o el movimiento de las caderas de cuál actriz, los ciegos podemos comentar lo que nos transmite el tono de voz de un personaje, o simplemente qué nos parece dicho personaje por medio de su voz.
Para que entiendas mejor todo esto, puedes descargarte
este
archivo de audio en MP3. es una película titulada
"Sin ti"
que cuenta con una locución de Audesc y carece de imagen. En la película, Lucía, una mujer casada y madre de dos hijos apenas adolescentes, queda ciega a causa de un accidente de tráfico. En un principio, ella no acepta su nueva situación, pero tras pasar un tiempo en un centro de la ONCE en contacto con otras personas ciegas (queremos destacar entre ellas a
Casimiro,
pues creemos que su voz es realmente bonita) e ir aprendiendo poco a poco lo que conlleva no ver, la nueva Lucía resurge de las cenizas de la antigua y se enfrenta sin miedo a todos los problemas que la vida le pone por delante: un marido que ya no la quiere como antes, unos hijos que se avergüenzan de tener una madre ciega, y una Lucía que se descubre enamorada de una mujer en lugar de continuar enamorada de Tonny, su esposo. Durante la película, además, hay muchas escenas que reflejan a la perfección el aprendizaje que todos los ciegos realizamos en mayor o menor grado en algún momento de nuestras vidas, y en definitiva, situaciones totalmente reales.
Nos gustaría que si decides ver esta preciosa película (bien con Audesc o sin él, y veas o no veas) nos des tu opinión acerca de ella, o sobre lo que tú creas interesante en relación con este tema. ¡Disfrútala, y disfruta también de nuestro blog!
Hay otras ocasiones, sin embargo, que o bien no nos apetece salir de casa, o simplemente queremos ver una película y no podemos contar con esa bondadosa persona que nos la describa. Pues bien, existen cintas que en apariencia son películas totalmente normales, tal y como tú las podrías encontrar, por ejemplo, en un videoclub, pero sobre el audio de los films se ha superpuesto una voz en Off (puede ser de ambos sexos) que va relatando las acciones de los personajes en la trama de la película cuando éstos no mantienen diálogos para permitir también la comprensión de los mismos. Esta herramienta proporcionada por la ONCE denominada Audesc (audiodescripción) es verdaderamente útil para las personas ciegas, pues gracias a ella podemos disfrutar y comprender el cine de una forma quizá algo diferente, pero en definitiva, muy similar a la que tú lo haces.
Por otra parte, nosotros, a diferencia de las personas que pueden ver con normalidad, no nos fijamos lógicamente en el aspecto o vestuario de los actores, sino en sus voces o en las de los dobladores que las prestan. Esto es muy importante, pues de la misma manera que tú puedes dar tu opinión o hablar sobre la cara de tal actor o el movimiento de las caderas de cuál actriz, los ciegos podemos comentar lo que nos transmite el tono de voz de un personaje, o simplemente qué nos parece dicho personaje por medio de su voz.
Para que entiendas mejor todo esto, puedes descargarte
este
archivo de audio en MP3. es una película titulada
"Sin ti"
que cuenta con una locución de Audesc y carece de imagen. En la película, Lucía, una mujer casada y madre de dos hijos apenas adolescentes, queda ciega a causa de un accidente de tráfico. En un principio, ella no acepta su nueva situación, pero tras pasar un tiempo en un centro de la ONCE en contacto con otras personas ciegas (queremos destacar entre ellas a
Casimiro,
pues creemos que su voz es realmente bonita) e ir aprendiendo poco a poco lo que conlleva no ver, la nueva Lucía resurge de las cenizas de la antigua y se enfrenta sin miedo a todos los problemas que la vida le pone por delante: un marido que ya no la quiere como antes, unos hijos que se avergüenzan de tener una madre ciega, y una Lucía que se descubre enamorada de una mujer en lugar de continuar enamorada de Tonny, su esposo. Durante la película, además, hay muchas escenas que reflejan a la perfección el aprendizaje que todos los ciegos realizamos en mayor o menor grado en algún momento de nuestras vidas, y en definitiva, situaciones totalmente reales.
Nos gustaría que si decides ver esta preciosa película (bien con Audesc o sin él, y veas o no veas) nos des tu opinión acerca de ella, o sobre lo que tú creas interesante en relación con este tema. ¡Disfrútala, y disfruta también de nuestro blog!
sábado, 7 de marzo de 2009
¿QUEDAMOS PARA JUGAR?
Otro aspecto interesante a destacar en la vida de una persona invidente, y más
concretamente de un niño o un adolescente ciego, es la manera en que,
refiriéndonos al ocio y tiempo libre, aprovecha sus ratos de diversión. Hablamos de los juegos, una amplia variedad de posibilidades, desde los tradicionales de mesa, hasta los novedosos juegos adaptados para el teléfono móvil, pasando por los juguetes infantiles, los juegos en la calle y los juegos de ordenador.
Como es bien sabido, un juguete es un elemento fundamental en la etapa de la infancia; y por tanto, no puede faltar tampoco en la vida de un niño invidente. Peluches, muñecos, coches, y otros similares, son tan válidos para un niño vidente como para un niño ciego. Actividades plásticas y manuales, como la modelación con plastilina o arcilla, o la creación de dibujos en relieve empleando materiales como cartulinas, palillos, etc, pueden ser otras opciones muy entretenidas. Todo depende de sus gustos. Lo importante es que el niño pueda desarrollar su capacidad de imaginación y creatividad, aumente su aprendizaje, y sobretodo y principalmente, que se divierta, individualmente o compartiendo con los demás.
Otra posibilidad son los juegos en la calle, tales como el pilla-pilla, el escondite, u otros juegos en los que se utilice una pelota, que, aunque con un grado de accesibilidad menor, pero que con cierta ayuda (bien adaptaciones de reglas, bien ayuda por parte de otro niño o persona mayor), pueden llegar a ser tan beneficiosos y entretenidos como cualquier otra opción, ya que permiten al niño relacionarse con otros de su misma edad sin importar su deficiencia visual, y conocer valores como la amistad, la tolerancia y el respeto, a la vez que se divierte y aprende.
En lo que se refiere a juegos de mesa, existe una gran variedad de juegos que han sido adaptados (ajedrez, Parchís, Oca, Bingo, baraja de cartas, Tres en Ralla…) de manera que el invidente, mediante el sistema braille empleado para marcar las letras y números de las cartas o los cartones del Bingo, puede acceder a dicha información escrita; o puede mover las fichas marcadas con diferentes relieves siguiendo las distintas texturas, líneas y casillas resaltadas (como es el caso de los juegos de tablero). En el caso del Bingo, además, un pequeño “aparatito” que incluye una voz, va cantando los números; y en el caso de los juegos con tablero en que se necesita un dado, éste tiene los puntos marcados en relieve y las casillas presentan unos pequeños orificios en los que es posible insertar las fichas, permitiendo así que el invidente rastree el tablero sin derribarlas. Son simples adaptaciones que se han producido, y a pesar de que estos productos se venden en tienda ya preparados, también existe la posibilidad de adaptar los juegos, con el material que uno tiene en casa. Por ejemplo, se venden barajas de cartas ya marcadas en Braille, pero una posibilidad es que, con ayuda de una persona que indique la información de la carta, uno mismo se las adapte, valiéndose de la máquina Perkings. Otro ejemplo puede ser, el famoso Trivial, el cual, valiéndose de la misma máquina para transcribir las preguntas al Braille, de diferentes texturas y relieves para las casillas, fichas y quesitos (esto facilita identificar el color), y de un dado en relieve, o bien comprado, o bien fabricado, puede llegar a convertirse en un juego totalmente adaptado, y por tanto accesible para un invidente.
¿Quedamos para jugar?
Con el avance de las nuevas tecnologías han ido surgiendo otro tipo de juegos. Se trata de los juegos de ordenador, de los que también existe una gran variedad. Encontramos algunos juegos sencillos, cuyas adaptaciones suelen corresponderse con simples indicaciones de voz y sonidos. Un ejemplo es “Audiodisco”, en el que el jugador debe detener los discos pulsando las teclas de cursor, según de donde proceda el sonido. Existen también otro tipo de juegos más complejos, como son “Los Secretos de Villa del Agua”, “Aventuras en el Tiempo – Volumen 1” o “Escuela de Detectives Privados”, en los que el usuario debe manejar a un personaje protagonista a través de los diversos escenarios que forman parte de una historia, valiéndose de pistas y objetos que le llevarán a resolverla. En cambio, otros como “Kilómetro 2000” o “Invasión Alienígena” consisten principalmente en manejar, o bien un vehículo, o bien una nave espacial, con el fin de llegar a una meta en el menor tiempo posible y evitando chocar con los laterales; esto se consigue gracias a las señales auditivas, más graves o agudas según nos alejemos o acerquemos más al centro del recorrido. En todos ellos, al igual que en los del primer caso, las adaptaciones se realizan mediante señales de voz y sonido, que precisan una absoluta accesibilidad. Y por último, dentro de la categoría de juegos de ordenador se incluyen los conocidos juegos conversacionales o Muds, compuestos de texto en su totalidad, en los que, al igual que los anteriores, a través de descripciones de escenarios, el personaje que el usuario maneja debe resolver problemas que se le plantean, conseguir sobrevivir frente a los ataques o emboscadas de otros personajes e ir mejorando con la experiencia y el nivel. La diferencia que hay entre los primeros y los segundos es que, mientras que en las aventuras conversacionales como puede ser “Tierra Bárbara” el usuario juega de forma individual, en los Muds, como Callandor o Simauria, los usuarios manejan personajes que pueden interactuar con otros personajes que a su vez manejan otros usuarios. Se trata pues, de juegos online. El hecho de que todos ellos estén escritos en texto en su totalidad, es una ventaja para los invidentes que, mediante el conocido revisor de pantalla Jaws, pueden acceder con total facilidad a algunos de ellos.
Si pinchas
aquí
podrás descargar las demostraciones de algunos juegos que hemos nombrado y comprobar estas características.
En algunas herramientas tecnológicas de escritura que los invidentes utilizan en la escuela o en el trabajo, tales como el Sonobraille, el Braille’n Speak o el PC Hablado, también se han incorporado algunos juegos, que no por ser más sencillos que todos los anteriores son menos entretenidos. De éstos destaca el conocido Saimon, cuyo objetivo es conseguir repetir la secuencia de sonidos sin cometer ningún error.
Y por último, algo más recientes, encontramos los juegos accesibles para los teléfonos móviles, compatibles con el lector de pantallas Mobile Speak, en los que, una vez más, los sonidos y las indicaciones de voz son características que los hace totalmente accesible. Así, el invidente tiene la posibilidad de divertirse allá donde vaya.
Como ves, es una amplia serie de opciones, que sin duda nos facilita a los invidentes disfrutar de nuestro tiempo de ocio sin ningún problema, igual que cualquier otra persona. Esperamos que hayas podido comprender mejor otro aspecto de nuestra vida, y ya sabes que si tienes alguna pregunta o algo que decir, ¡no dudes en hacérnoslo saber!
concretamente de un niño o un adolescente ciego, es la manera en que,
refiriéndonos al ocio y tiempo libre, aprovecha sus ratos de diversión. Hablamos de los juegos, una amplia variedad de posibilidades, desde los tradicionales de mesa, hasta los novedosos juegos adaptados para el teléfono móvil, pasando por los juguetes infantiles, los juegos en la calle y los juegos de ordenador.
Como es bien sabido, un juguete es un elemento fundamental en la etapa de la infancia; y por tanto, no puede faltar tampoco en la vida de un niño invidente. Peluches, muñecos, coches, y otros similares, son tan válidos para un niño vidente como para un niño ciego. Actividades plásticas y manuales, como la modelación con plastilina o arcilla, o la creación de dibujos en relieve empleando materiales como cartulinas, palillos, etc, pueden ser otras opciones muy entretenidas. Todo depende de sus gustos. Lo importante es que el niño pueda desarrollar su capacidad de imaginación y creatividad, aumente su aprendizaje, y sobretodo y principalmente, que se divierta, individualmente o compartiendo con los demás.
Otra posibilidad son los juegos en la calle, tales como el pilla-pilla, el escondite, u otros juegos en los que se utilice una pelota, que, aunque con un grado de accesibilidad menor, pero que con cierta ayuda (bien adaptaciones de reglas, bien ayuda por parte de otro niño o persona mayor), pueden llegar a ser tan beneficiosos y entretenidos como cualquier otra opción, ya que permiten al niño relacionarse con otros de su misma edad sin importar su deficiencia visual, y conocer valores como la amistad, la tolerancia y el respeto, a la vez que se divierte y aprende.
En lo que se refiere a juegos de mesa, existe una gran variedad de juegos que han sido adaptados (ajedrez, Parchís, Oca, Bingo, baraja de cartas, Tres en Ralla…) de manera que el invidente, mediante el sistema braille empleado para marcar las letras y números de las cartas o los cartones del Bingo, puede acceder a dicha información escrita; o puede mover las fichas marcadas con diferentes relieves siguiendo las distintas texturas, líneas y casillas resaltadas (como es el caso de los juegos de tablero). En el caso del Bingo, además, un pequeño “aparatito” que incluye una voz, va cantando los números; y en el caso de los juegos con tablero en que se necesita un dado, éste tiene los puntos marcados en relieve y las casillas presentan unos pequeños orificios en los que es posible insertar las fichas, permitiendo así que el invidente rastree el tablero sin derribarlas. Son simples adaptaciones que se han producido, y a pesar de que estos productos se venden en tienda ya preparados, también existe la posibilidad de adaptar los juegos, con el material que uno tiene en casa. Por ejemplo, se venden barajas de cartas ya marcadas en Braille, pero una posibilidad es que, con ayuda de una persona que indique la información de la carta, uno mismo se las adapte, valiéndose de la máquina Perkings. Otro ejemplo puede ser, el famoso Trivial, el cual, valiéndose de la misma máquina para transcribir las preguntas al Braille, de diferentes texturas y relieves para las casillas, fichas y quesitos (esto facilita identificar el color), y de un dado en relieve, o bien comprado, o bien fabricado, puede llegar a convertirse en un juego totalmente adaptado, y por tanto accesible para un invidente.
¿Quedamos para jugar?
Con el avance de las nuevas tecnologías han ido surgiendo otro tipo de juegos. Se trata de los juegos de ordenador, de los que también existe una gran variedad. Encontramos algunos juegos sencillos, cuyas adaptaciones suelen corresponderse con simples indicaciones de voz y sonidos. Un ejemplo es “Audiodisco”, en el que el jugador debe detener los discos pulsando las teclas de cursor, según de donde proceda el sonido. Existen también otro tipo de juegos más complejos, como son “Los Secretos de Villa del Agua”, “Aventuras en el Tiempo – Volumen 1” o “Escuela de Detectives Privados”, en los que el usuario debe manejar a un personaje protagonista a través de los diversos escenarios que forman parte de una historia, valiéndose de pistas y objetos que le llevarán a resolverla. En cambio, otros como “Kilómetro 2000” o “Invasión Alienígena” consisten principalmente en manejar, o bien un vehículo, o bien una nave espacial, con el fin de llegar a una meta en el menor tiempo posible y evitando chocar con los laterales; esto se consigue gracias a las señales auditivas, más graves o agudas según nos alejemos o acerquemos más al centro del recorrido. En todos ellos, al igual que en los del primer caso, las adaptaciones se realizan mediante señales de voz y sonido, que precisan una absoluta accesibilidad. Y por último, dentro de la categoría de juegos de ordenador se incluyen los conocidos juegos conversacionales o Muds, compuestos de texto en su totalidad, en los que, al igual que los anteriores, a través de descripciones de escenarios, el personaje que el usuario maneja debe resolver problemas que se le plantean, conseguir sobrevivir frente a los ataques o emboscadas de otros personajes e ir mejorando con la experiencia y el nivel. La diferencia que hay entre los primeros y los segundos es que, mientras que en las aventuras conversacionales como puede ser “Tierra Bárbara” el usuario juega de forma individual, en los Muds, como Callandor o Simauria, los usuarios manejan personajes que pueden interactuar con otros personajes que a su vez manejan otros usuarios. Se trata pues, de juegos online. El hecho de que todos ellos estén escritos en texto en su totalidad, es una ventaja para los invidentes que, mediante el conocido revisor de pantalla Jaws, pueden acceder con total facilidad a algunos de ellos.
Si pinchas
aquí
podrás descargar las demostraciones de algunos juegos que hemos nombrado y comprobar estas características.
En algunas herramientas tecnológicas de escritura que los invidentes utilizan en la escuela o en el trabajo, tales como el Sonobraille, el Braille’n Speak o el PC Hablado, también se han incorporado algunos juegos, que no por ser más sencillos que todos los anteriores son menos entretenidos. De éstos destaca el conocido Saimon, cuyo objetivo es conseguir repetir la secuencia de sonidos sin cometer ningún error.
Y por último, algo más recientes, encontramos los juegos accesibles para los teléfonos móviles, compatibles con el lector de pantallas Mobile Speak, en los que, una vez más, los sonidos y las indicaciones de voz son características que los hace totalmente accesible. Así, el invidente tiene la posibilidad de divertirse allá donde vaya.
Como ves, es una amplia serie de opciones, que sin duda nos facilita a los invidentes disfrutar de nuestro tiempo de ocio sin ningún problema, igual que cualquier otra persona. Esperamos que hayas podido comprender mejor otro aspecto de nuestra vida, y ya sabes que si tienes alguna pregunta o algo que decir, ¡no dudes en hacérnoslo saber!
sábado, 17 de enero de 2009
Los deportes: ¿quién nos impide ser campeones?
En esta entrada, como indica el título, vamos hablar sobre los deportes, las posibilidades que las personas ciegas y deficientes visuales tenemos y podemos realizar. Como habrás podido ir observando en las entradas anteriores, podemos llevar una vida tan normal como tú, limitada en algunos aspectos, pero al fin y al cabo, hacemos las mismas cosas que tú. Así sucede también con los deportes. Hay un deporte totalmente dirigido para invidentes, llamado goalball; pero también hay otros que se han ido adaptando, como el atletismo, la natación, el fútbol…
A continuación te describimos más detalladamente cómo realizamos estos deportes y adjuntamos algunos vídeos donde puedes ver cómo invidentes los practican. Si estás interesado/a en conocer más sobre este tema, o bien puedes preguntarnos, o bien puedes visitar la página oficial de la
Federación Española de Deportes para Ciegos
donde encontrarás más información.
El goalball es un deporte de equipo creado especialmente para personas invidentes. Se basa en el uso del sentido del oído para conocer la trayectoria de la pelota en movimiento, y requiere una gran capacidad de orientación espacial para saber situarse en todo momento en el lugar correcto, y saber de este modo hacia dónde debe lanzarse el balón y dirigirse para detenerlo.
Este deporte fue creado por el alemán Hans Lorenzen y el austríaco Seep Reindl, quienes lo introdujeron como ejercicio para un programa de reabilitación destinado a veteranos minusbálidos tras la Segunda Guerra Mundial. En él, los jugadores ciegos podían desarrollar toda su capacidad de concentración y sus cualidades físicas.
Las medidas del campo de juego son de 18,00m de largo y 9,00m de ancho. Así mismo, la portería tiene una anchura correspondiente a la del campo de juego y una altura de 1,30m. Cada equipo ha de tener un máximo de seis jugadores, de los cuales sólo tres permanecen en el campo de juego defendiendo su portería. El resto forma parte de los jugadores reservas. Durante el partido, los tres miembros del equipo que se encuentren dentro del terreno de juego deben llevar los ojos tapados mediante unas gafas oscuras, las cuales impiden la visibilidad.
El objetivo del goalball es defender la propia portería, lo cual es posible gracias a un balón sonoro en cuyo interior posee varios cascaveles, e introducir el mismo en la portería contraria con el fin de marcar gol.
Durante unos años, éste fue un deporte poco desarrollado y difundido, pero fue a partir del año 1991 cuando comenzó a propagarse y ser practicado. Actualmente el goalball se juega en numerosos países e incluso se ha convertido en un deporte paralímpico. En España es, quizá, una de las ofertas deportivas más atractivas para los invidentes, especialmente para los jóvenes ciegos.
Puedes ver aquí un fragmento de un
partido de goalball en Madrid
y otro aquí de
goalball en las Paralimpiadas 2008
La natación es uno de los deportes más importantes ya que se pueden realizar múltiples actividades en el agua muy veneficiosas para los invidentes y deficientes visuales, con diversos fines, tales como la rehabilitación, la educación física escolar en el agua, preparación y mantenimiento físico de personas adultas, fines lúdicos y sociales y la competición. Ésta última es la más atrayente, debido a los resultados que se están consiguiendo.
En este deporte de agua no se necesita una gran adaptación. Es algo sencillo, pues los nadadores invidentes o con baja visión utilizan como guía las corcheras que delimitan las calles y son avisados del final de éstas y de la proximidad del vorde con una señal de voz o mediante un suave toque en la cabeza con un corcho.
A continuación puedes ver un vídeo sobre el
campeonato de invierno de España 2007
en el que jóvenes nadadores españoles demostraron los grandes resultados obtenidos con el esfuerzo y la constancia.
El atletismo es uno de los deportes más difundidos entre las personas con discapacidad visual, y se practica en numerosos países.
En el atletismo los deportistas tienen dos tipos de guías: los guías atleta y los guías llamadores. Los primeros ayudan a los deportistas ciegos ocupando el papel de guías en pruebas como carreras largas, de velocidad, etc; mientras que los segundos, mediante señales de voz, indican al deportista el lugar hacia donde deben dirigirse, la distancia restante, el momento de detenerse o saltar e incluso si éste se desvía durante la trayectoria y debe corregirla.
Otro deporte bastante atrayente es el fútbol sala para la categoría B1. en éste, los jugadores invidentes están obligados a indicar mediante la voz donde se encuentran, con el fin de evitar golpes y orientar a los jugadores rivales. Detrás de cada portería, defendida por un portero vidente, se sitúa un guía para orientar a los jugadores y facilitar el ataque con el balón sonoro.
Además, el campo está rodeado de unas vayas que evitan las fueras de banda y permiten una mayor orientación a los jugadores que se encuentran en el campo.
En el siguiente vídeo de un
partido de fútbol sala entre Alicante y Valencia
puedes ver más claramente como se practica este deporte.
Otro deporte en el cual no ha sido necesaria una gran adaptación es el judo. Únicamente el árbitro debe detener el combate cuando los dos judocas pierdan el contacto entre ellos, y reproducir mediante señales de voz (y no con gestos como se suele hacer) las indicaciones dirigidas a los jugadores.
Puesto que los judocas invidentes tienen una mayor capacidad para detectar los movimientos del contrario a pesar de su discapacidad visual, las competiciones de judo se realizan tanto para deportistas videntes como deportistas invidentes en una misma categoría.
Por último, hablaremos de otros deportes menos practicados quizá, pero no por ello menos importantes y con unos resultados menos gratificantes, como son el esquí, en el que el esquiador ciego va siguiendo las indicaciones de voz de su guía, sobre la dirección que debe seguir o las condiciones del terreno; el ciclismo, el cual es posible gracias a las bicicletas tándem de dos plazas, dirigidas por el guía del invidente; el deporte de montaña, en el que hay que destacar el senderismo con barra direccional a la que se agarran el guía, un ciego y un deficiente visual; el tiro con carabina, en el que la señal de luz sobre la diana se transforma en sonido, indicando con un tono más agudo o más grave la proximidad al centro de ésta; y finalmente, el ajedrez, cuyo tablero está adaptado con casillas negras señaladas, y en el que las piezas negras presentan una marca en la parte superior.
Y, como ya sabes, sé libre de expresar lo que creas conveniente sobre este interesante tema. Nosotras, por nuestra parte, queremos animar desde aquí a todos los deportistas ciegos que en los juegos paralímpicos nos hacen sonreír con las medallas conseguidas, y especialmente a los guías que, día a día, hacen posible que las personas con dificultades visuales tengamos más puertas abiertas en el mundo deportivo.
A continuación te describimos más detalladamente cómo realizamos estos deportes y adjuntamos algunos vídeos donde puedes ver cómo invidentes los practican. Si estás interesado/a en conocer más sobre este tema, o bien puedes preguntarnos, o bien puedes visitar la página oficial de la
Federación Española de Deportes para Ciegos
donde encontrarás más información.
El goalball es un deporte de equipo creado especialmente para personas invidentes. Se basa en el uso del sentido del oído para conocer la trayectoria de la pelota en movimiento, y requiere una gran capacidad de orientación espacial para saber situarse en todo momento en el lugar correcto, y saber de este modo hacia dónde debe lanzarse el balón y dirigirse para detenerlo.
Este deporte fue creado por el alemán Hans Lorenzen y el austríaco Seep Reindl, quienes lo introdujeron como ejercicio para un programa de reabilitación destinado a veteranos minusbálidos tras la Segunda Guerra Mundial. En él, los jugadores ciegos podían desarrollar toda su capacidad de concentración y sus cualidades físicas.
Las medidas del campo de juego son de 18,00m de largo y 9,00m de ancho. Así mismo, la portería tiene una anchura correspondiente a la del campo de juego y una altura de 1,30m. Cada equipo ha de tener un máximo de seis jugadores, de los cuales sólo tres permanecen en el campo de juego defendiendo su portería. El resto forma parte de los jugadores reservas. Durante el partido, los tres miembros del equipo que se encuentren dentro del terreno de juego deben llevar los ojos tapados mediante unas gafas oscuras, las cuales impiden la visibilidad.
El objetivo del goalball es defender la propia portería, lo cual es posible gracias a un balón sonoro en cuyo interior posee varios cascaveles, e introducir el mismo en la portería contraria con el fin de marcar gol.
Durante unos años, éste fue un deporte poco desarrollado y difundido, pero fue a partir del año 1991 cuando comenzó a propagarse y ser practicado. Actualmente el goalball se juega en numerosos países e incluso se ha convertido en un deporte paralímpico. En España es, quizá, una de las ofertas deportivas más atractivas para los invidentes, especialmente para los jóvenes ciegos.
Puedes ver aquí un fragmento de un
partido de goalball en Madrid
y otro aquí de
goalball en las Paralimpiadas 2008
La natación es uno de los deportes más importantes ya que se pueden realizar múltiples actividades en el agua muy veneficiosas para los invidentes y deficientes visuales, con diversos fines, tales como la rehabilitación, la educación física escolar en el agua, preparación y mantenimiento físico de personas adultas, fines lúdicos y sociales y la competición. Ésta última es la más atrayente, debido a los resultados que se están consiguiendo.
En este deporte de agua no se necesita una gran adaptación. Es algo sencillo, pues los nadadores invidentes o con baja visión utilizan como guía las corcheras que delimitan las calles y son avisados del final de éstas y de la proximidad del vorde con una señal de voz o mediante un suave toque en la cabeza con un corcho.
A continuación puedes ver un vídeo sobre el
campeonato de invierno de España 2007
en el que jóvenes nadadores españoles demostraron los grandes resultados obtenidos con el esfuerzo y la constancia.
El atletismo es uno de los deportes más difundidos entre las personas con discapacidad visual, y se practica en numerosos países.
En el atletismo los deportistas tienen dos tipos de guías: los guías atleta y los guías llamadores. Los primeros ayudan a los deportistas ciegos ocupando el papel de guías en pruebas como carreras largas, de velocidad, etc; mientras que los segundos, mediante señales de voz, indican al deportista el lugar hacia donde deben dirigirse, la distancia restante, el momento de detenerse o saltar e incluso si éste se desvía durante la trayectoria y debe corregirla.
Otro deporte bastante atrayente es el fútbol sala para la categoría B1. en éste, los jugadores invidentes están obligados a indicar mediante la voz donde se encuentran, con el fin de evitar golpes y orientar a los jugadores rivales. Detrás de cada portería, defendida por un portero vidente, se sitúa un guía para orientar a los jugadores y facilitar el ataque con el balón sonoro.
Además, el campo está rodeado de unas vayas que evitan las fueras de banda y permiten una mayor orientación a los jugadores que se encuentran en el campo.
En el siguiente vídeo de un
partido de fútbol sala entre Alicante y Valencia
puedes ver más claramente como se practica este deporte.
Otro deporte en el cual no ha sido necesaria una gran adaptación es el judo. Únicamente el árbitro debe detener el combate cuando los dos judocas pierdan el contacto entre ellos, y reproducir mediante señales de voz (y no con gestos como se suele hacer) las indicaciones dirigidas a los jugadores.
Puesto que los judocas invidentes tienen una mayor capacidad para detectar los movimientos del contrario a pesar de su discapacidad visual, las competiciones de judo se realizan tanto para deportistas videntes como deportistas invidentes en una misma categoría.
Por último, hablaremos de otros deportes menos practicados quizá, pero no por ello menos importantes y con unos resultados menos gratificantes, como son el esquí, en el que el esquiador ciego va siguiendo las indicaciones de voz de su guía, sobre la dirección que debe seguir o las condiciones del terreno; el ciclismo, el cual es posible gracias a las bicicletas tándem de dos plazas, dirigidas por el guía del invidente; el deporte de montaña, en el que hay que destacar el senderismo con barra direccional a la que se agarran el guía, un ciego y un deficiente visual; el tiro con carabina, en el que la señal de luz sobre la diana se transforma en sonido, indicando con un tono más agudo o más grave la proximidad al centro de ésta; y finalmente, el ajedrez, cuyo tablero está adaptado con casillas negras señaladas, y en el que las piezas negras presentan una marca en la parte superior.
Y, como ya sabes, sé libre de expresar lo que creas conveniente sobre este interesante tema. Nosotras, por nuestra parte, queremos animar desde aquí a todos los deportistas ciegos que en los juegos paralímpicos nos hacen sonreír con las medallas conseguidas, y especialmente a los guías que, día a día, hacen posible que las personas con dificultades visuales tengamos más puertas abiertas en el mundo deportivo.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
Un mundo de seis puntos
En alguna entrada hemos mencionado el Braille, pero ¿qué es eso? Vamos a ver si te lo podemos explicar.
El Braille es el sistema táctil de lecto-escritura que las personas ciegas utilizamos… pues eso, para leer y escribir. Tiene su origen en el año 1825, cuando un profesor francés cuyo bicentenario de su nacimiento celebraremos el próximo 4 de Enero de 2009, Louis Braille, mejorando una idea planteada por un militar para poder comunicarse con sus compañeros sin ser descubiertos, reinventó este sistema en uno de ocho puntos, y posteriormente, en el de seis puntos que ahora conocemos. Estos seis puntos se organizan en una celdilla de dos por tres, de tal forma que posee dos columnas de tres puntos cada una, e igualmente tres filas de dos puntos. Para que lo entiendas, como si fuese una pieza de dominó. Los puntos se numeran de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha
La presencia o ausencia de puntos define cada letra, signo, nota musical o número, pudiendo formarse sesenta y cuatro combinaciones diferentes. Pero no son suficientes, por lo que en algunas lenguas (ten en cuenta que el Braille no es un idioma, si no un alfabeto) se han de utilizar otros símbolos que, antepuestos a cierta combinación de puntos, permiten dar distintos valores a un mismo signo. Por ejemplo, en castellano, podemos anteponer cierta combinación de puntos que indica que la letra que le precede es mayúscula.
Podemos escribir en Braille de varias maneras. Una de las más antiguas es utilizando una plancha y un punzón, de forma que repoduzcamos los puntos por el dorso de la página e inversamente (como si fuese una imagen de un espejo). También podemos hacerlo mediante un aparato llamado Perkins, que es bastante pesado y voluminoso, por lo que resulta dificultoso transladarlo de un lugar a otro. Los descubrimientos más recientes hallados para este hecho han sido la invención de impresoras Braille, muy semejantes a las impresoras normales, pero desprovistas de tinta y con pequeños elementos punzantes que perforan el papel para que los puntos queden en relieve.
El método de lectura es muy sencillo: basta con deslizar suavemente las yemas de los dedos sobre el papel en relieve y ser capaz de comprender el significado de las diferentes combinaciones de los puntos. También algunas personas con resto visual o videntes afirman que es posible la lectura del Braille con la vista.
Con el auge de las nuevas tecnologías, el Braille está siendo paulatinamente relegado al olvido. Las personas invidentes mostramos preferencia por las síntesis de voz que están comenzando a suplir a los seis puntos y van ampliando nuestro espectro de posibilidades para acceder a la misma información que nuestros compañeros sin dificultades visuales. Dichas síntesis, tras su previa instalación en ciertos aparatos electrónicos tales como móviles u ordenadores, nos permiten escuchar la información que va apareciendo en la pantalla. Esta información, por supuesto, no es del todo completa, pero las síntesis de voz la verbalizan con bastante rigurosidad a la original.
A pesar de todo ello, nunca el fabuloso sistema Braille será encerrado en una estancia y dejado allí olvidado y cubierto de polvo. Una herramienta muy útil acoplada a un ordenador es la denominada línea Braille. Este aparato permite que, mediante la elevación sucesiva de puntos en una superficie plana y agujereada para tal fin, se representen los distintos caracteres Braille. Esto puede resultar beneficioso a la hora de la lectura de información en otro idioma, pues las síntesis de voz a veces presentan problemas para verbalizar palabras en otras lenguas distintas a las que han sido programadas.
En conclusión, gracias al sistema Braille, hoy en día las personas ciegas tenemos abierto un camino que nuestros antepasados anteriores al siglo XIX tenían desgraciadamente vedado. El Braille ha supuesto un gran cambio en nuestras vidas, en nuestro acceso a la sociedad, y, sobre todo, en la forma en que nos vemos ahora integrados dentro del conjunto de videntes que nos rodean.
Si tienes alguna duda, quieres preguntarnos algo o comentar lo que desees, ya sabes, ¡no tengas miedo ni vergüenza y deja un comentario!.
El Braille es el sistema táctil de lecto-escritura que las personas ciegas utilizamos… pues eso, para leer y escribir. Tiene su origen en el año 1825, cuando un profesor francés cuyo bicentenario de su nacimiento celebraremos el próximo 4 de Enero de 2009, Louis Braille, mejorando una idea planteada por un militar para poder comunicarse con sus compañeros sin ser descubiertos, reinventó este sistema en uno de ocho puntos, y posteriormente, en el de seis puntos que ahora conocemos. Estos seis puntos se organizan en una celdilla de dos por tres, de tal forma que posee dos columnas de tres puntos cada una, e igualmente tres filas de dos puntos. Para que lo entiendas, como si fuese una pieza de dominó. Los puntos se numeran de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha
La presencia o ausencia de puntos define cada letra, signo, nota musical o número, pudiendo formarse sesenta y cuatro combinaciones diferentes. Pero no son suficientes, por lo que en algunas lenguas (ten en cuenta que el Braille no es un idioma, si no un alfabeto) se han de utilizar otros símbolos que, antepuestos a cierta combinación de puntos, permiten dar distintos valores a un mismo signo. Por ejemplo, en castellano, podemos anteponer cierta combinación de puntos que indica que la letra que le precede es mayúscula.
Podemos escribir en Braille de varias maneras. Una de las más antiguas es utilizando una plancha y un punzón, de forma que repoduzcamos los puntos por el dorso de la página e inversamente (como si fuese una imagen de un espejo). También podemos hacerlo mediante un aparato llamado Perkins, que es bastante pesado y voluminoso, por lo que resulta dificultoso transladarlo de un lugar a otro. Los descubrimientos más recientes hallados para este hecho han sido la invención de impresoras Braille, muy semejantes a las impresoras normales, pero desprovistas de tinta y con pequeños elementos punzantes que perforan el papel para que los puntos queden en relieve.
El método de lectura es muy sencillo: basta con deslizar suavemente las yemas de los dedos sobre el papel en relieve y ser capaz de comprender el significado de las diferentes combinaciones de los puntos. También algunas personas con resto visual o videntes afirman que es posible la lectura del Braille con la vista.
Con el auge de las nuevas tecnologías, el Braille está siendo paulatinamente relegado al olvido. Las personas invidentes mostramos preferencia por las síntesis de voz que están comenzando a suplir a los seis puntos y van ampliando nuestro espectro de posibilidades para acceder a la misma información que nuestros compañeros sin dificultades visuales. Dichas síntesis, tras su previa instalación en ciertos aparatos electrónicos tales como móviles u ordenadores, nos permiten escuchar la información que va apareciendo en la pantalla. Esta información, por supuesto, no es del todo completa, pero las síntesis de voz la verbalizan con bastante rigurosidad a la original.
A pesar de todo ello, nunca el fabuloso sistema Braille será encerrado en una estancia y dejado allí olvidado y cubierto de polvo. Una herramienta muy útil acoplada a un ordenador es la denominada línea Braille. Este aparato permite que, mediante la elevación sucesiva de puntos en una superficie plana y agujereada para tal fin, se representen los distintos caracteres Braille. Esto puede resultar beneficioso a la hora de la lectura de información en otro idioma, pues las síntesis de voz a veces presentan problemas para verbalizar palabras en otras lenguas distintas a las que han sido programadas.
En conclusión, gracias al sistema Braille, hoy en día las personas ciegas tenemos abierto un camino que nuestros antepasados anteriores al siglo XIX tenían desgraciadamente vedado. El Braille ha supuesto un gran cambio en nuestras vidas, en nuestro acceso a la sociedad, y, sobre todo, en la forma en que nos vemos ahora integrados dentro del conjunto de videntes que nos rodean.
Si tienes alguna duda, quieres preguntarnos algo o comentar lo que desees, ya sabes, ¡no tengas miedo ni vergüenza y deja un comentario!.
domingo, 21 de septiembre de 2008
VOLVER A EMPEZAR OTRA VEZ
Así es, septiembre ya ha llegado y un nuevo curso escolar ha comenzado. A preparar libros, libretas, bolígrafos, ordenadores portátiles, braille’n speaks (en nuestro caso), y demás ¡que empezamos!
A continuación vamos a explicar como es nuestra vida como estudiantes en el instituto, aunque primero me gustaría aclarar que aunque ha habido y todavía hay algunas escuelas únicamente para ciegos (actualmente sólo en Madrid y Sevilla en sus respectivos CREs) la mayoría somos de Educación Integrada, es decir, estudiamos en centros normales, con compañeros videntes y profesores que no tienen ni idea de braille, generalmente. Estas escuelas para ciegos poco a poco irán desapareciendo, puesto que lo que se intenta es integrar completamente a todos los invidentes en la sociedad, sin problemas, sin pegas, sin barreras.
“Suspiré. Era ya la última hora del Miércoles y el insoportable profesor de Matemáticas explicaba fórmulas y fórmulas e la pizarra. “Odio las Matemáticas y las seguiré odiando toda mi vida” pensé cuando aquel hombre cuya voz me atemorizaba a pesar de ser profunda (he de decir que por lo general me gustan ese tipo de voces profundas y varoniles) se dirigió a mí.
-¿Has hecho los ejercicios? –me preguntó.
-Sí –me apresuré a contestar. Puesto que estaban escritos en Braille él no tenía forma de saber si yo decía la verdad o no.
-Bien –me dijo dándome un golpecito en el hombro como hacía siempre…”
Como puedes ver, la joven de esta historia es invidente, como nosotras, y estudia en un centro normal, con un profesor que no sabe braille, una asignatura que estudia cualquier otro estudiante, etc., como nosotras. Aquí la protagonista nos cuenta que odia las matemáticas y que las odiará siempre. Pero, ¿cómo hace para estudiar matemáticas? O mejor, ¿cómo estudia? Estudiar, lo que se dice estudiar para un examen, lo hacemos igual: coge apuntes, repasa resúmenes, rehaz ejercicios… El problema quizá se podría plantear a la hora de leer lo escrito en la pizarra, de escribir, etc. En el primer caso sí necesitamos de la colaboración del profesor, y a veces incluso la de un compañero de clase, para que vayan diciendo en voz alta lo que se va escribiendo en la pizarra. Las matemáticas, en este caso, son un poco más complicadas de entender, pero con algo más de esfuerzo por parte del alumno y el profesor se puede conseguir. Luego hay otras asignaturas como Educación Plástica, en la que también se necesita más ayuda del profesor, y en ocasiones incluso algo de adaptación (utilización de plastilina, arcilla, materiales para crear relieves…). Para asignaturas como historia del arte o geografía en que continuamente aparecen imágenes, gráficos y mapas, existen láminas en relieve de catedrales, cuadros, mapas, etc. Y por último, en asignaturas como Educación Física, también se requiere un poco más de colaboración por parte de los compañeros, puesto que algunas de las clases no están al cien por cien adaptadas para invidentes y es algo más complicado. Pero en fin, con un poco de esfuerzo por parte del profesor, si está dispuesto, y por parte del alumno, todo se consigue.
Por otro lado, los textos, los libros, los exámenes, etc., necesitamos que estén en braille o bien escritos a ordenador, para que mediante éste, nosotros podamos acceder a esta información. Para ello existe una unidad de trascripción en la ONCE que continuamente transcribe dicha información a braille, y a la que debemos mucho por su esfuerzo.
Y ya por último, también comentar que uno de los servicios que presta la ONCE es el de apoyo en la educación. Cada afiliado estudiante tiene un profesor de apoyo que acude ciertos días a su centro de estudios para resolver dudas al estudiante y a sus profesores, conseguir material necesario (libros, láminas, etc.), para transcribir algún pequeño texto a braille…
En resumen, que cualquier invidente puede estudiar como cualquier otra persona, únicamente necesita tener adaptado el material y algo de ayuda del profesor, como leer en voz alta, lo escrito en la pizarra. Después solo faltan las ganas y… ¡a estudiar!
¡Esperemos que nos vaya bien este curso, que ya estamos en Bachillerato!
A continuación vamos a explicar como es nuestra vida como estudiantes en el instituto, aunque primero me gustaría aclarar que aunque ha habido y todavía hay algunas escuelas únicamente para ciegos (actualmente sólo en Madrid y Sevilla en sus respectivos CREs) la mayoría somos de Educación Integrada, es decir, estudiamos en centros normales, con compañeros videntes y profesores que no tienen ni idea de braille, generalmente. Estas escuelas para ciegos poco a poco irán desapareciendo, puesto que lo que se intenta es integrar completamente a todos los invidentes en la sociedad, sin problemas, sin pegas, sin barreras.
“Suspiré. Era ya la última hora del Miércoles y el insoportable profesor de Matemáticas explicaba fórmulas y fórmulas e la pizarra. “Odio las Matemáticas y las seguiré odiando toda mi vida” pensé cuando aquel hombre cuya voz me atemorizaba a pesar de ser profunda (he de decir que por lo general me gustan ese tipo de voces profundas y varoniles) se dirigió a mí.
-¿Has hecho los ejercicios? –me preguntó.
-Sí –me apresuré a contestar. Puesto que estaban escritos en Braille él no tenía forma de saber si yo decía la verdad o no.
-Bien –me dijo dándome un golpecito en el hombro como hacía siempre…”
Como puedes ver, la joven de esta historia es invidente, como nosotras, y estudia en un centro normal, con un profesor que no sabe braille, una asignatura que estudia cualquier otro estudiante, etc., como nosotras. Aquí la protagonista nos cuenta que odia las matemáticas y que las odiará siempre. Pero, ¿cómo hace para estudiar matemáticas? O mejor, ¿cómo estudia? Estudiar, lo que se dice estudiar para un examen, lo hacemos igual: coge apuntes, repasa resúmenes, rehaz ejercicios… El problema quizá se podría plantear a la hora de leer lo escrito en la pizarra, de escribir, etc. En el primer caso sí necesitamos de la colaboración del profesor, y a veces incluso la de un compañero de clase, para que vayan diciendo en voz alta lo que se va escribiendo en la pizarra. Las matemáticas, en este caso, son un poco más complicadas de entender, pero con algo más de esfuerzo por parte del alumno y el profesor se puede conseguir. Luego hay otras asignaturas como Educación Plástica, en la que también se necesita más ayuda del profesor, y en ocasiones incluso algo de adaptación (utilización de plastilina, arcilla, materiales para crear relieves…). Para asignaturas como historia del arte o geografía en que continuamente aparecen imágenes, gráficos y mapas, existen láminas en relieve de catedrales, cuadros, mapas, etc. Y por último, en asignaturas como Educación Física, también se requiere un poco más de colaboración por parte de los compañeros, puesto que algunas de las clases no están al cien por cien adaptadas para invidentes y es algo más complicado. Pero en fin, con un poco de esfuerzo por parte del profesor, si está dispuesto, y por parte del alumno, todo se consigue.
Por otro lado, los textos, los libros, los exámenes, etc., necesitamos que estén en braille o bien escritos a ordenador, para que mediante éste, nosotros podamos acceder a esta información. Para ello existe una unidad de trascripción en la ONCE que continuamente transcribe dicha información a braille, y a la que debemos mucho por su esfuerzo.
Y ya por último, también comentar que uno de los servicios que presta la ONCE es el de apoyo en la educación. Cada afiliado estudiante tiene un profesor de apoyo que acude ciertos días a su centro de estudios para resolver dudas al estudiante y a sus profesores, conseguir material necesario (libros, láminas, etc.), para transcribir algún pequeño texto a braille…
En resumen, que cualquier invidente puede estudiar como cualquier otra persona, únicamente necesita tener adaptado el material y algo de ayuda del profesor, como leer en voz alta, lo escrito en la pizarra. Después solo faltan las ganas y… ¡a estudiar!
¡Esperemos que nos vaya bien este curso, que ya estamos en Bachillerato!
lunes, 1 de septiembre de 2008
EN LA CALLE
Bueno, el otro día tuve una conversación con nuestro amigo Ricardo, que me parece interesante publicar, ya que quizá aclare algunas dudas al a vez que muestra algunas realidades.
Ricardo: Lara, ¿por qué crees tú que a veces al guiarte nos chocamos más que otras dependiendo del lugar?
Lara: Mmm… No sé. Será por las farolas, los “mataciegos” y todo eso.
Ricardo: Sí, yo creo que eso tiene mucho que ver. No son lo mismo algunos lugares tranquilos que otros. Yo no entiendo por qué hay tantísimos pilones y bolas de hierro por el suelo. ¡Si molestan a todo el mundo!
Lara: Sí, los “mataciegos”… Porque vas por la calle y el que te va guiando no se da cuenta de las bolas esas y la persona que no ve se las traga... "Mataciegos".
Ricardo: Sí, ya, le pusieron bien el nombre sí.
Lara: Además, hay veces que la gente deja motos por las aceras, o bicis, o cualquier otra cosa que a nosotros nos hace ir con dificultad.
Ricardo: Ya, pero concienciar a la gente y cambiar las ciudades cuesta mucho tiempo y dinero.
Lara: Ya... Pero poco a poco...
Ricardo: En París había muchos. Me parece una ciudad bastante mala para guiar a alguien. Siendo que es un referente mundial deberían tener más controlado ese tema. Aunque cuando más grande es la ciudad yo pienso que es casi peor.
Lara: Sí... y además... si no te conoces el sitio.
Ricardo: Claro.
Lara: Como cuando estábamos en París…
Ricardo: Lo ideal sería lo que hicieron al lado del CRE de Pontevedra que están los pasos de peatones y la acera al mismo nivel y no hay bolas ni nada raro. Pero claro está 100 metros al rededor del colegio y adiós. Si no se saldrían los coches y para evitarlo pondrían mataciegos, o sea que... no sé qué prefiero.
Lara: Sí, pero no toda la acera Ricardo. Solo los pasos de cebra. Porque si no vas con el bastón y no se diferencia donde hay acera y carretera. Y así a nosotros nos serviría como guía de dónde hay un paso de peatones.
Ricardo: Bueno, a mí me sigue pareciendo lo mejor para guiar.
Lara: Aunque... si la acera tiene una textura diferente a la carretera... mejor.
Ricardo: Sí. Pero, los pueblos son mejores ¿no? Sin semáforos, sin tráfico… Además es más fácil para conocérselos.
Lara: Bueno, mejores no, más tranquilos. Y Sí, hay menos semáforos... menos tráfico... y es más fácil ir con el bastón porque pronto te lo conoces.
Ricardo: ¿Cómo cruzas un semáforo? Antes habían algunos que pitaban, y creo que ya no lo hacen. ¿Hay que darle a algún botón o algo?
Lara: Mmm... Bueno, depende de por donde vayas. Hay semáforos que suenan directamente cuando la luz cambia de color, de estos que no tienes que pulsar al botón; pero hay otros que sí, que le tienes que pulsar el botón y cuando el semáforo se pone en verde es cuando suenan. ¡¡Me dijeron que hay semáforos incluso que suenan cuando le pulsas al botón de un mando que lleva la persona ciega!!
Ricardo: Los primeros no creo que sean la mejor solución, ahí todo el día pitando. ¡Menuda rallada vivir encima!
Lara: Lo de los semáforos, supongo que no es rallada... al final te acostumbras igual que lo haces con otras cosas. Pero yo he encontrado el semáforo para ir al instituto más de una vez roto...
Ricardo: ¿Y qué haces cuando se rompen? ¿Esperas a que la calle se quede tranquila?
Lara: Sí, pero con el semáforo tienes más seguridad...
Ricardo: ¿Y cuando estás en Alicante o en Alcoy o en sitios de esos con semáforos cómo haces?
Lara: A Alcoi siempre he ido con amigos y con familiares... Así que puf, me dejan sola por ahí con el bastón y no tengo ni idea, porque nunca antes me han enseñado los sitios (aquí hay una Farmacia, si sigues para adelante encontraras una papelera y un poco más adelante el paso de cebra de la calle tal...).
Ricardo: Ya…
Lara: Por Alicante he estado varias veces con la profesora de la ONCE que nos enseña a movernos y bueno, con indicaciones suyas he conseguido moverme un poco por allí... Pero... ¡prefiero mi pueblo!
Ricardo: Otra putada son las escaleras. Yo cuando estaba en Inglaterra de intercambio estaba todo el día "step" "step". Vamos, no se me olvida en mi vida ya que "step" es escalón.
Lara: Bueno, Las escaleras realmente no son un problema en cuanto al hecho de que seas ciego y tengas que subirlas y bajarlas... Pero sí lo son si estás cansadooooo, ¡pero eso le pasa a todos!
Ricardo: Jajaja ya. Pero no sé, siempre te puedes tropezar. A todos nos pasa pero yo que sé. A lo mejor es una de esas cosas que si lo ves haciéndolo a un ciego piensas que tiene que ser súper difícil y para él es fácil y luego lo ves cruzando una calle y te crees que está tan tranquilo y es bastante peor.
Lara: Exacto, siempre nos podemos tropezar. Pero a todos nos pasa, tu mismo lo has dicho… Además, eso ya lo hablas tú con la persona que guías, pero en realidad no tendrías que estar todo el día "step up" o "step down" porque si la persona invidente a la que guías va siempre un poco detrás de ti, puede notar como tu cuerpo sube o baja, y así saber cuando hay steps.
Ricardo: Sí, pero eso me lo dijeron el último día. ¡Y es que si no te lo dicen pues tú lo dices para evitar problemas!
Lara: Claro... Nosotros deberíamos decirlo siempre que alguien que no lo sabe nos tenga que guiar... aunque yo de normal, si no voy a estar bastante tiempo con esa persona o veo que de la forma que me guía me va a estampar contra algo... no se lo digo.
Ricardo: Pues yo pienso que eso es un error; que deberíais decirlo y así la otra persona sabe guiar ya bien. A mi me ha costado llevar a mucha gente lo poquito que sé de guiar y ahora me doy cuenta de que es fácil.
Lara: Ains, llevar… Dejémoslo en guiar que llevar suena como si… ¿como si fuéramos un objeto? ¿Una carga?
Ricardo: Vaya, ya empezamos…
Lara: Ríete, pero alguno lo piensa. Y lo sabes.
Ricardo: Oye ¿y las escaleras mecánicas? Explícame cómo van porque yo pensaba que era algo muy difícil de subir. Para mí con mi nivel de visión es difícil, sin embargo vosotros lo hacéis muy fácil. Es otra de esas cosas que parecen difíciles y son fáciles.
Lara: Buenoo, es fácil y no lo es.
Ricardo: A ver, cuenta para que me entere yo.
Lara: Hay gente a la que eso de estar en suelo firme y tener que poner el pie en algo que se mueve les da miedo.
Ricardo: Sí, y no invidentes.
Lara: Pero no sé, es fácil... Porque si te fijas, antes de poner el pie en las escaleras, el suelo es diferente, es como de metal.
Ricardo: Sí y rugoso.
Lara: Y rugoso, sí. Entonces, es ya un aviso de que vienen escaleras. Además del ruido que hacen.
Ricardo: Ah, utilizas eso para saber lo que viene después.
Lara: Sí. Luego, si colocas la mano sobre la goma... que no se debería pero... también ves a la velocidad que van las escaleras… Y sólo falta subir.
Ricardo: Pero luego son unas cosas que al principio se mueven y después salen las escaleras repentinamente. ¿Cómo haces para no caerte?
Lara: Bueno, Yo no sé si hay alguna técnica, yo solo espero que el que me guía suba, y como él ve, pues imagino que habrá cogido bien el escalón. Entonces yo calculo la distancia a la que está un escalón del otro y me subo yo también. Pero claro, muchas veces no funciona y te quedas con medio pie dentro del escalón y medio fuera... Subes o bajas escalón y punto. Y para bajar, yo levanto un poco la punta del pie y las mismas escaleras lo ponen encima del suelo de metal.
Ricardo: Yo he visto también que ponen las piernas separadas de forma que se quedan en dos escalones diferentes.
Lara: Eso de separar las piernas, un pie en cada escalón, es por eso, porque al llegar, levantas la punta, que avisa al otro pie de que viene el suelo…
Ricardo: Entonces tiene su técnica, como todo.
Lara: Claro, sólo hay que buscar las formas de hacer las cosas.
¡Gracias, Rixar!
Ricardo: Lara, ¿por qué crees tú que a veces al guiarte nos chocamos más que otras dependiendo del lugar?
Lara: Mmm… No sé. Será por las farolas, los “mataciegos” y todo eso.
Ricardo: Sí, yo creo que eso tiene mucho que ver. No son lo mismo algunos lugares tranquilos que otros. Yo no entiendo por qué hay tantísimos pilones y bolas de hierro por el suelo. ¡Si molestan a todo el mundo!
Lara: Sí, los “mataciegos”… Porque vas por la calle y el que te va guiando no se da cuenta de las bolas esas y la persona que no ve se las traga... "Mataciegos".
Ricardo: Sí, ya, le pusieron bien el nombre sí.
Lara: Además, hay veces que la gente deja motos por las aceras, o bicis, o cualquier otra cosa que a nosotros nos hace ir con dificultad.
Ricardo: Ya, pero concienciar a la gente y cambiar las ciudades cuesta mucho tiempo y dinero.
Lara: Ya... Pero poco a poco...
Ricardo: En París había muchos. Me parece una ciudad bastante mala para guiar a alguien. Siendo que es un referente mundial deberían tener más controlado ese tema. Aunque cuando más grande es la ciudad yo pienso que es casi peor.
Lara: Sí... y además... si no te conoces el sitio.
Ricardo: Claro.
Lara: Como cuando estábamos en París…
Ricardo: Lo ideal sería lo que hicieron al lado del CRE de Pontevedra que están los pasos de peatones y la acera al mismo nivel y no hay bolas ni nada raro. Pero claro está 100 metros al rededor del colegio y adiós. Si no se saldrían los coches y para evitarlo pondrían mataciegos, o sea que... no sé qué prefiero.
Lara: Sí, pero no toda la acera Ricardo. Solo los pasos de cebra. Porque si no vas con el bastón y no se diferencia donde hay acera y carretera. Y así a nosotros nos serviría como guía de dónde hay un paso de peatones.
Ricardo: Bueno, a mí me sigue pareciendo lo mejor para guiar.
Lara: Aunque... si la acera tiene una textura diferente a la carretera... mejor.
Ricardo: Sí. Pero, los pueblos son mejores ¿no? Sin semáforos, sin tráfico… Además es más fácil para conocérselos.
Lara: Bueno, mejores no, más tranquilos. Y Sí, hay menos semáforos... menos tráfico... y es más fácil ir con el bastón porque pronto te lo conoces.
Ricardo: ¿Cómo cruzas un semáforo? Antes habían algunos que pitaban, y creo que ya no lo hacen. ¿Hay que darle a algún botón o algo?
Lara: Mmm... Bueno, depende de por donde vayas. Hay semáforos que suenan directamente cuando la luz cambia de color, de estos que no tienes que pulsar al botón; pero hay otros que sí, que le tienes que pulsar el botón y cuando el semáforo se pone en verde es cuando suenan. ¡¡Me dijeron que hay semáforos incluso que suenan cuando le pulsas al botón de un mando que lleva la persona ciega!!
Ricardo: Los primeros no creo que sean la mejor solución, ahí todo el día pitando. ¡Menuda rallada vivir encima!
Lara: Lo de los semáforos, supongo que no es rallada... al final te acostumbras igual que lo haces con otras cosas. Pero yo he encontrado el semáforo para ir al instituto más de una vez roto...
Ricardo: ¿Y qué haces cuando se rompen? ¿Esperas a que la calle se quede tranquila?
Lara: Sí, pero con el semáforo tienes más seguridad...
Ricardo: ¿Y cuando estás en Alicante o en Alcoy o en sitios de esos con semáforos cómo haces?
Lara: A Alcoi siempre he ido con amigos y con familiares... Así que puf, me dejan sola por ahí con el bastón y no tengo ni idea, porque nunca antes me han enseñado los sitios (aquí hay una Farmacia, si sigues para adelante encontraras una papelera y un poco más adelante el paso de cebra de la calle tal...).
Ricardo: Ya…
Lara: Por Alicante he estado varias veces con la profesora de la ONCE que nos enseña a movernos y bueno, con indicaciones suyas he conseguido moverme un poco por allí... Pero... ¡prefiero mi pueblo!
Ricardo: Otra putada son las escaleras. Yo cuando estaba en Inglaterra de intercambio estaba todo el día "step" "step". Vamos, no se me olvida en mi vida ya que "step" es escalón.
Lara: Bueno, Las escaleras realmente no son un problema en cuanto al hecho de que seas ciego y tengas que subirlas y bajarlas... Pero sí lo son si estás cansadooooo, ¡pero eso le pasa a todos!
Ricardo: Jajaja ya. Pero no sé, siempre te puedes tropezar. A todos nos pasa pero yo que sé. A lo mejor es una de esas cosas que si lo ves haciéndolo a un ciego piensas que tiene que ser súper difícil y para él es fácil y luego lo ves cruzando una calle y te crees que está tan tranquilo y es bastante peor.
Lara: Exacto, siempre nos podemos tropezar. Pero a todos nos pasa, tu mismo lo has dicho… Además, eso ya lo hablas tú con la persona que guías, pero en realidad no tendrías que estar todo el día "step up" o "step down" porque si la persona invidente a la que guías va siempre un poco detrás de ti, puede notar como tu cuerpo sube o baja, y así saber cuando hay steps.
Ricardo: Sí, pero eso me lo dijeron el último día. ¡Y es que si no te lo dicen pues tú lo dices para evitar problemas!
Lara: Claro... Nosotros deberíamos decirlo siempre que alguien que no lo sabe nos tenga que guiar... aunque yo de normal, si no voy a estar bastante tiempo con esa persona o veo que de la forma que me guía me va a estampar contra algo... no se lo digo.
Ricardo: Pues yo pienso que eso es un error; que deberíais decirlo y así la otra persona sabe guiar ya bien. A mi me ha costado llevar a mucha gente lo poquito que sé de guiar y ahora me doy cuenta de que es fácil.
Lara: Ains, llevar… Dejémoslo en guiar que llevar suena como si… ¿como si fuéramos un objeto? ¿Una carga?
Ricardo: Vaya, ya empezamos…
Lara: Ríete, pero alguno lo piensa. Y lo sabes.
Ricardo: Oye ¿y las escaleras mecánicas? Explícame cómo van porque yo pensaba que era algo muy difícil de subir. Para mí con mi nivel de visión es difícil, sin embargo vosotros lo hacéis muy fácil. Es otra de esas cosas que parecen difíciles y son fáciles.
Lara: Buenoo, es fácil y no lo es.
Ricardo: A ver, cuenta para que me entere yo.
Lara: Hay gente a la que eso de estar en suelo firme y tener que poner el pie en algo que se mueve les da miedo.
Ricardo: Sí, y no invidentes.
Lara: Pero no sé, es fácil... Porque si te fijas, antes de poner el pie en las escaleras, el suelo es diferente, es como de metal.
Ricardo: Sí y rugoso.
Lara: Y rugoso, sí. Entonces, es ya un aviso de que vienen escaleras. Además del ruido que hacen.
Ricardo: Ah, utilizas eso para saber lo que viene después.
Lara: Sí. Luego, si colocas la mano sobre la goma... que no se debería pero... también ves a la velocidad que van las escaleras… Y sólo falta subir.
Ricardo: Pero luego son unas cosas que al principio se mueven y después salen las escaleras repentinamente. ¿Cómo haces para no caerte?
Lara: Bueno, Yo no sé si hay alguna técnica, yo solo espero que el que me guía suba, y como él ve, pues imagino que habrá cogido bien el escalón. Entonces yo calculo la distancia a la que está un escalón del otro y me subo yo también. Pero claro, muchas veces no funciona y te quedas con medio pie dentro del escalón y medio fuera... Subes o bajas escalón y punto. Y para bajar, yo levanto un poco la punta del pie y las mismas escaleras lo ponen encima del suelo de metal.
Ricardo: Yo he visto también que ponen las piernas separadas de forma que se quedan en dos escalones diferentes.
Lara: Eso de separar las piernas, un pie en cada escalón, es por eso, porque al llegar, levantas la punta, que avisa al otro pie de que viene el suelo…
Ricardo: Entonces tiene su técnica, como todo.
Lara: Claro, sólo hay que buscar las formas de hacer las cosas.
¡Gracias, Rixar!
jueves, 31 de julio de 2008
Son sueños
No sé si estoy en lo cierto, pero creo que más de una vez te habrás preguntado: ¿los ciegos sueñan? y si lo hacen…, ¿pueden ver en un sueño? ¿sueñan las mismas cosas que yo?
Sí, claro que soñamos igual que tú. Y con respecto a lo de ver o no ver dentro de un sueño, depende de la persona ciega que sueñe. Por ejemplo, si una persona ha visto alguna vez, seguramente en sus sueños aparecerán cosas que él/ella ha visto a lo largo de su vida y que todavía conserva en la memoria: objetos, personas, colores… E incluso, gracias a ese período de tiempo en que vio, puede llegar a imaginar cómo serían otras cosas o personas que no ha visto. Sin embargo, alguien que no ha visto nunca o desde hace muchísimo tiempo y, por lo tanto, no tiene recuerdos de imágenes, no consigue por lo general ver en sus sueños, aunque si por ejemplo no es ciego total (puede ver luz, sombras, vultos…), en sus sueños aparecerá reflejado esto mismo.
Y al igual que tú supongo que alguna vez habrás soñado con alguien al que no crees conocer, los ciegos, que por regla general nos fijamos mucho más en la voz, soñamos con voces que no nos suenan de nada.
No te equivoques, los invidentes sí podemos soñar, y podemos recordar nítidamente un sueño como tú lo recuerdas al despertar. La única diferencia es que quizá no podamos muchas veces describirte bien el sueño puesto que en él no siempre y no todos podemos ver.
Sí, claro que soñamos igual que tú. Y con respecto a lo de ver o no ver dentro de un sueño, depende de la persona ciega que sueñe. Por ejemplo, si una persona ha visto alguna vez, seguramente en sus sueños aparecerán cosas que él/ella ha visto a lo largo de su vida y que todavía conserva en la memoria: objetos, personas, colores… E incluso, gracias a ese período de tiempo en que vio, puede llegar a imaginar cómo serían otras cosas o personas que no ha visto. Sin embargo, alguien que no ha visto nunca o desde hace muchísimo tiempo y, por lo tanto, no tiene recuerdos de imágenes, no consigue por lo general ver en sus sueños, aunque si por ejemplo no es ciego total (puede ver luz, sombras, vultos…), en sus sueños aparecerá reflejado esto mismo.
Y al igual que tú supongo que alguna vez habrás soñado con alguien al que no crees conocer, los ciegos, que por regla general nos fijamos mucho más en la voz, soñamos con voces que no nos suenan de nada.
No te equivoques, los invidentes sí podemos soñar, y podemos recordar nítidamente un sueño como tú lo recuerdas al despertar. La única diferencia es que quizá no podamos muchas veces describirte bien el sueño puesto que en él no siempre y no todos podemos ver.
lunes, 21 de julio de 2008
MÁS ALLÁ DE LA VISTA
¿Alguna vez has caminado por casa, de noche, con la luz apagada? ¿Has probado a cortar la carne o servirte una bebida sin mirar? ¿Reconoces una voz cuando la escuchas sin necesidad de ver a la persona que habla?
Si observas, en estas acciones que te hemos cuestionado, el sentido de la vista no es necesario, puesto que todas ellas (y muchas otras) se pueden realizar sin necesidad de ver aunque para ello se necesiten ciertas técnicas. Por ejemplo, para caminar de noche por un lugar oscuro, se colocan los brazos en horizontal, a la altura de la cara y de la barriga, de forma que queden en paralelo; así, evitamos golpearnos la cara y nos protegemos el cuerpo. Para cortar la carne tan sólo tienes que tantearla con los cubiertos para obtener así una visión de la forma y como está situada e ir cortando, siempre tocando con los cubiertos, y para servirte una bebida, levantas el vaso, de modo que cuando viertas el líquido puedas saber cómo está de lleno según su peso. Y para reconocer una voz sólo tienes que fijarte algo más en ella cuando te hablan, y no fijarte tanto en su aspecto, la ropa que lleva, etc.
El tacto, el olfato, el gusto y el oído son sentidos que los demás no aprecian tanto cuando está la vista, porque ella predomina. Pero cuando falta, éstos “van ganando terreno” poco a poco.
Se suele decir que las personas invidentes tenemos los sentidos más desarrollados. Pero… ¿tú crees realmente que nosotros oímos más que tú? ¿O que le encontramos más sabor a las cosas, que tenemos más olfato, etc.? No es que desarrollemos el resto de los sentidos, sino más bien, les prestamos mucha más atención. Por eso, mientras tú ves una película y te fijas en las imágenes, el vestuario, el decorado, etc., nosotros le prestamos toda la atención a la música, a los sonidos y en especial, a las voces, hasta tal punto de que a los diez minutos (o menos) del comienzo de la película ya las podemos reconocer bien. Esta mayor atención a los cuatro sentidos restantes sucede en todas las acciones, actividades de nuestro día a día, etc. Así, en las preguntas que te planteábamos al principio, la vista no es imprescindible, si no que el tacto, el olfato y el oído son los que realmente intervienen a la hora de movernos, cortar la carne, oler el contenido de un recipiente, etc.
De este modo, los sentidos no “van ganando terreno” exactamente, sino que vamos prestándole cada vez más atención. Al oído (que se puede decir que es nuestra vista) le prestamos bastante atención, hasta el punto de ser capaces de escuchar las paredes, las columnas, etc. No es que las paredes hablen ni hagan cualquier otro sonido, lógicamente, pero ocupan y dejan espacio, y escuchando se puede advertir si hay pared, o la puerta está abierta, o si hemos pasado cerca de una columna...
Si observas, en estas acciones que te hemos cuestionado, el sentido de la vista no es necesario, puesto que todas ellas (y muchas otras) se pueden realizar sin necesidad de ver aunque para ello se necesiten ciertas técnicas. Por ejemplo, para caminar de noche por un lugar oscuro, se colocan los brazos en horizontal, a la altura de la cara y de la barriga, de forma que queden en paralelo; así, evitamos golpearnos la cara y nos protegemos el cuerpo. Para cortar la carne tan sólo tienes que tantearla con los cubiertos para obtener así una visión de la forma y como está situada e ir cortando, siempre tocando con los cubiertos, y para servirte una bebida, levantas el vaso, de modo que cuando viertas el líquido puedas saber cómo está de lleno según su peso. Y para reconocer una voz sólo tienes que fijarte algo más en ella cuando te hablan, y no fijarte tanto en su aspecto, la ropa que lleva, etc.
El tacto, el olfato, el gusto y el oído son sentidos que los demás no aprecian tanto cuando está la vista, porque ella predomina. Pero cuando falta, éstos “van ganando terreno” poco a poco.
Se suele decir que las personas invidentes tenemos los sentidos más desarrollados. Pero… ¿tú crees realmente que nosotros oímos más que tú? ¿O que le encontramos más sabor a las cosas, que tenemos más olfato, etc.? No es que desarrollemos el resto de los sentidos, sino más bien, les prestamos mucha más atención. Por eso, mientras tú ves una película y te fijas en las imágenes, el vestuario, el decorado, etc., nosotros le prestamos toda la atención a la música, a los sonidos y en especial, a las voces, hasta tal punto de que a los diez minutos (o menos) del comienzo de la película ya las podemos reconocer bien. Esta mayor atención a los cuatro sentidos restantes sucede en todas las acciones, actividades de nuestro día a día, etc. Así, en las preguntas que te planteábamos al principio, la vista no es imprescindible, si no que el tacto, el olfato y el oído son los que realmente intervienen a la hora de movernos, cortar la carne, oler el contenido de un recipiente, etc.
De este modo, los sentidos no “van ganando terreno” exactamente, sino que vamos prestándole cada vez más atención. Al oído (que se puede decir que es nuestra vista) le prestamos bastante atención, hasta el punto de ser capaces de escuchar las paredes, las columnas, etc. No es que las paredes hablen ni hagan cualquier otro sonido, lógicamente, pero ocupan y dejan espacio, y escuchando se puede advertir si hay pared, o la puerta está abierta, o si hemos pasado cerca de una columna...
martes, 15 de julio de 2008
¿Cómo guiar a una persona invidente?
Como contamos en alguna entrada anterior, los ciegos utilizamos el bastón (blanco, para indicar que somos invidentes) para movernos. Sin embargo, en ocasiones nos vemos en la situación de que nos tengan que guiar, ya sea por que no conocemos una zona y hemos solicitado ayuda o por cualquier otro motivo. Y muchas veces, la otra persona no ha hecho de guía nunca, por lo tanto no conoce cómo debe hacerlo. Por ello, a continuación explicaremos algunos puntos a seguir.
Deja que la persona invidente se coja a tu codo o al hombro, pues así percibirá tus movimientos cuando subas y bajes escalones, cuando gires, pares de caminar, etc. Eso de cogerle de la mano, al brazo (como las abuelas cuando van de paseo) o de algún otro modo, hará más difícil al invidente percibir todos los movimientos. No tienes que llevar el brazo en tensión, sino todo lo contrario.
Además, el invidente caminará un poco más atrás de ti para notar cuando subes y bajas escaleras y poder reaccionar a tiempo. Para ello, sin necesidad de un aviso por voz, has de detenerte varios segundos antes de bajar el escalón. Así nos da tiempo a reaccionar. En una escalera no es necesario detenerse en cada escalón, sino al principio (para indicar que comienzan) y al final (para, de igual modo, indicar que terminan). También has de tener en cuenta el espacio, pues al ser dos personas (el guía y el guiado) tienes que calcular el espacio que ocupáis los dos e ir mirando siempre por los dos.
Para cruzar un espacio estrecho, como puede ser una puerta o el espacio entre dos mesas, mueve ligeramente tu brazo hacia la espalda, así el invidente al notar este movimiento se situará detrás de ti hasta que tu brazo vuelva a la posición normal. La velocidad la decidís entre los dos, pues no es necesario ir despacio por necesidad del invidente, ya que él se adaptará a tu ritmo.
Deja que la persona invidente se coja a tu codo o al hombro, pues así percibirá tus movimientos cuando subas y bajes escalones, cuando gires, pares de caminar, etc. Eso de cogerle de la mano, al brazo (como las abuelas cuando van de paseo) o de algún otro modo, hará más difícil al invidente percibir todos los movimientos. No tienes que llevar el brazo en tensión, sino todo lo contrario.
Además, el invidente caminará un poco más atrás de ti para notar cuando subes y bajas escaleras y poder reaccionar a tiempo. Para ello, sin necesidad de un aviso por voz, has de detenerte varios segundos antes de bajar el escalón. Así nos da tiempo a reaccionar. En una escalera no es necesario detenerse en cada escalón, sino al principio (para indicar que comienzan) y al final (para, de igual modo, indicar que terminan). También has de tener en cuenta el espacio, pues al ser dos personas (el guía y el guiado) tienes que calcular el espacio que ocupáis los dos e ir mirando siempre por los dos.
Para cruzar un espacio estrecho, como puede ser una puerta o el espacio entre dos mesas, mueve ligeramente tu brazo hacia la espalda, así el invidente al notar este movimiento se situará detrás de ti hasta que tu brazo vuelva a la posición normal. La velocidad la decidís entre los dos, pues no es necesario ir despacio por necesidad del invidente, ya que él se adaptará a tu ritmo.
jueves, 10 de julio de 2008
"NO ME CHILLES QUE NO TE VEO"... PERO TAMPOCO ME IGNORES.
-¡Hola!
-Hola, ¿qué tal estás?
-Muy bien, y a ti, ¿cómo te va?
-Bien, vamos a tomarnos un helado.
-Ah, ¿y ella qué tal está??
(-Ey, que estoy aquí...)
-Bien, estoy bien.
-¿Que vas, a sacarla a pasear?
(-¿A pasear? ¡Que no soy un perro...!)
-No, si vamos ahí a tomarnos un heladito que venimos de comprar un libro que necesitaba para el instituto.
-Ah, ¿pero que ella va al instituto?
(-Me puedes preguntar a mi, que no muerdo...)
-Sí, voy al instituto este de aquí.
-Ah, ya ya... ¿y cómo le va? ¿En qué curso está?
-Bien, bastante bien. Este año he empezado cuarto de la ESO.
-¿En cuarto ya? ¿Y no ha repetido nunca?
(-Pues no, no he repetido nunca..., y sigo estando aquí)
-No, la verdad es que no, pero pregúntale a ella.
-¡¡¡¡¡¡¡MA…DRE… MÍ…A!!!!!! ¡¡¡¡¡¡QUÉ… LIS…t…TA… ¿EH…?!!!!!!
(Er… ¿Por qué me habla despacio, como si no entendiera?)
-¡¡¡¡¡¡PE…RO… ¿VAS… A… RE…PA…SO… O… AL…GO…? POR…QUE… NE…CE…SI…TA…RÁS... MÁS… TIEM…PO… QUE… LOS… DE…MÁS…!!!!!!
(-No, no voy a repaso... ¡y no me chilles que no estoy sorda!)
Puede que esta situación que acabas de leer te parezca graciosa, o lo más probable, exagerada. Pero vivimos en un planeta en el que hay gente de todo tipo, así que no, te digo que no es exagerada, si no real. A través de ella queremos explicarte que por el hecho de ser ciegos no tenemos que ser tontos o inútiles. Tenemos un problema en la vista que nos impide ver pero… ¿a caso necesitas ver para pensar, razonar… hablar con la gente? El no poder ver no nos impide llevar una vida normal (hacer deporte, salir con los amigos, estudiar o trabajar…). Pero como ya he dicho, en este planeta hay gente de todo tipo y cada persona es de un modo y lógicamente habrá personas invidentes que hagan mejor una cosa y otras que lo hagan peor, que se les de bien una cosa y a otros no… Aquí he hecho hincapié en los estudios. Aunque no veamos, con el material necesario y algo de ayuda podemos hacerlo igual que todos, y el que suspende es porque tiene algún otro problema, o le cuesta y necesita más ayuda (esto le sucede también a algunas personas que no son invidentes) o porque somos unos vagos y no nos apetece estudiar (me inclino más por esta opción). A lo que me refiero es que hay de todo y no se debe generalizar.
Ah, y somos ciegos, no sordos, el problema que tenemos lo tenemos en la vista no en el oído. Así que cuando te dirijas a nosotros, por el bien de nuestros oídos y de tu garganta… no grites, por favor.
-Hola, ¿qué tal estás?
-Muy bien, y a ti, ¿cómo te va?
-Bien, vamos a tomarnos un helado.
-Ah, ¿y ella qué tal está??
(-Ey, que estoy aquí...)
-Bien, estoy bien.
-¿Que vas, a sacarla a pasear?
(-¿A pasear? ¡Que no soy un perro...!)
-No, si vamos ahí a tomarnos un heladito que venimos de comprar un libro que necesitaba para el instituto.
-Ah, ¿pero que ella va al instituto?
(-Me puedes preguntar a mi, que no muerdo...)
-Sí, voy al instituto este de aquí.
-Ah, ya ya... ¿y cómo le va? ¿En qué curso está?
-Bien, bastante bien. Este año he empezado cuarto de la ESO.
-¿En cuarto ya? ¿Y no ha repetido nunca?
(-Pues no, no he repetido nunca..., y sigo estando aquí)
-No, la verdad es que no, pero pregúntale a ella.
-¡¡¡¡¡¡¡MA…DRE… MÍ…A!!!!!! ¡¡¡¡¡¡QUÉ… LIS…t…TA… ¿EH…?!!!!!!
(Er… ¿Por qué me habla despacio, como si no entendiera?)
-¡¡¡¡¡¡PE…RO… ¿VAS… A… RE…PA…SO… O… AL…GO…? POR…QUE… NE…CE…SI…TA…RÁS... MÁS… TIEM…PO… QUE… LOS… DE…MÁS…!!!!!!
(-No, no voy a repaso... ¡y no me chilles que no estoy sorda!)
Puede que esta situación que acabas de leer te parezca graciosa, o lo más probable, exagerada. Pero vivimos en un planeta en el que hay gente de todo tipo, así que no, te digo que no es exagerada, si no real. A través de ella queremos explicarte que por el hecho de ser ciegos no tenemos que ser tontos o inútiles. Tenemos un problema en la vista que nos impide ver pero… ¿a caso necesitas ver para pensar, razonar… hablar con la gente? El no poder ver no nos impide llevar una vida normal (hacer deporte, salir con los amigos, estudiar o trabajar…). Pero como ya he dicho, en este planeta hay gente de todo tipo y cada persona es de un modo y lógicamente habrá personas invidentes que hagan mejor una cosa y otras que lo hagan peor, que se les de bien una cosa y a otros no… Aquí he hecho hincapié en los estudios. Aunque no veamos, con el material necesario y algo de ayuda podemos hacerlo igual que todos, y el que suspende es porque tiene algún otro problema, o le cuesta y necesita más ayuda (esto le sucede también a algunas personas que no son invidentes) o porque somos unos vagos y no nos apetece estudiar (me inclino más por esta opción). A lo que me refiero es que hay de todo y no se debe generalizar.
Ah, y somos ciegos, no sordos, el problema que tenemos lo tenemos en la vista no en el oído. Así que cuando te dirijas a nosotros, por el bien de nuestros oídos y de tu garganta… no grites, por favor.
miércoles, 9 de julio de 2008
VER, VER POCO Y NO VER NADA
Muchas veces, cuando hablas de alguien afiliado a la ONCE, la gente suele pensar que dicha persona no ve absolutamente nada. Sin embargo, en la ONCE puedes encontrar gente con diferentes tipos de problemas visuales que les permitan ver poco o les impidan no ver nada. Hay un límite, si tu visión es inferior a ese límite puedes entrar a formar parte de esta organización, pero esto no significa que tengas que ser ciego total. Y como ya he dicho, cada afiliado tiene un problema visual distinto, por eso unos ven más y pueden moverse sin la necesidad de utilizar el bastón, otros necesitan aprender braille para poder leer...
Intentar comprender cómo ve una persona con baja visión es relativamente fácil. Sabes que si no se acerca no lo ve, si hay mucha claridad o está muy oscuro tampoco ve bien, etc. Pero "¿cómo es no ver nada?" "Es imposible no ver nada, en todo caso negro, pero... ¿nada?" Muchas veces nos han hecho estas preguntas, y es posible que haya incluso algunos invidentes que no sean capaces de contestar, puesto que no han visto nunca o perdieron la vista cuando eran muy pequeños y no lo recuerdan. Pues bien, nosotras intentaremos explicarlo para que se pueda entender, o al menos se intente entender.
Cuando uno no ve nada, es nada. Vamos, que ni ve negro, ni nada. Esto es difícil de entender, pero si lo intentamos con el ejemplo de la mano, quizá lo logremos. Levanta la mano de forma que quede suspendida en el aire, sin rozar con nada. Imagina que a través de tu palma puedes ver. Cierras el puño, dejas de ver. Abres el puño, vuelves a ver. Pero, de repente, hemos perdido la vista en la mano... Piénsalo, ¿qué ves tú a través de la mano? ¿Ves algo? Supongo que tu respuesta será "no". Como ves, a través de tu mano no percibes formas (me refiero sin tocar), no percibes colores... no ves negro... ¿entonces que ves?
Más o menos nos sucede lo mismo. Cerramos los ojos y los abrimos, somos capaces de dirigir la mirada... pero no vemos nada. Está claro que esto no nos sucede a todos. Muchas personas que se mueven con bastón, leen en braille, utilizan lectores de pantalla en teléfonos móviles y ordenadores,... en fin, que son consideradas invidentes, poseen un resto de visión: capacidad para distinguir oscuridad de claridad, cuándo una luz está apagada o encendida, distinguir "bultos"... Además, el hecho de que normalmente tengamos la "mirada perdida" es debido a que al no poseer suficiente visión, centramos nuestra atención en el resto de los sentidos.
En fin, espero que hayas podido comprender cómo ve un invidente total. Si tienes alguna pregunta, no dudes en dejar comentario o decírnoslo.
Intentar comprender cómo ve una persona con baja visión es relativamente fácil. Sabes que si no se acerca no lo ve, si hay mucha claridad o está muy oscuro tampoco ve bien, etc. Pero "¿cómo es no ver nada?" "Es imposible no ver nada, en todo caso negro, pero... ¿nada?" Muchas veces nos han hecho estas preguntas, y es posible que haya incluso algunos invidentes que no sean capaces de contestar, puesto que no han visto nunca o perdieron la vista cuando eran muy pequeños y no lo recuerdan. Pues bien, nosotras intentaremos explicarlo para que se pueda entender, o al menos se intente entender.
Cuando uno no ve nada, es nada. Vamos, que ni ve negro, ni nada. Esto es difícil de entender, pero si lo intentamos con el ejemplo de la mano, quizá lo logremos. Levanta la mano de forma que quede suspendida en el aire, sin rozar con nada. Imagina que a través de tu palma puedes ver. Cierras el puño, dejas de ver. Abres el puño, vuelves a ver. Pero, de repente, hemos perdido la vista en la mano... Piénsalo, ¿qué ves tú a través de la mano? ¿Ves algo? Supongo que tu respuesta será "no". Como ves, a través de tu mano no percibes formas (me refiero sin tocar), no percibes colores... no ves negro... ¿entonces que ves?
Más o menos nos sucede lo mismo. Cerramos los ojos y los abrimos, somos capaces de dirigir la mirada... pero no vemos nada. Está claro que esto no nos sucede a todos. Muchas personas que se mueven con bastón, leen en braille, utilizan lectores de pantalla en teléfonos móviles y ordenadores,... en fin, que son consideradas invidentes, poseen un resto de visión: capacidad para distinguir oscuridad de claridad, cuándo una luz está apagada o encendida, distinguir "bultos"... Además, el hecho de que normalmente tengamos la "mirada perdida" es debido a que al no poseer suficiente visión, centramos nuestra atención en el resto de los sentidos.
En fin, espero que hayas podido comprender cómo ve un invidente total. Si tienes alguna pregunta, no dudes en dejar comentario o decírnoslo.
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